La población adolescente, es especialmente vulnerable para sufrir Trastornos de la Conducta Alimentaria. Son trastornos complejos, que pueden hacerse crónicos e ir acompañados de otras enfermedades, si no se detectan y tratan a tiempo.
Existen terapias con eficacia demostrada, tanto en el tratamiento como en la prevención de recaídas, como la Terapia Cognitivo-Conductual, que puede ir acompañada de Terapia Farmacológica, si el caso lo requiere.
El apoyo terapéutico al paciente y a su familia, es fundamental para garantizar la buena evolución clínica.